Se me acerca un grupo de grandes seres. Todos están vestidos con túnicas de varios tonos de verde oscuro. Ellos miran seriamente.

Entonces su líder comienza a hablar y escucho estas palabras:

«Nosotros, los seres y guardianes del bosque, alzamos la voz y advertimos a vosotros los espíritus humanos:

Humanos, respetan la naturaleza y vuestro entorno! Respetan todo lo que nosotros y todos los demás seres de la naturaleza apreciamos y alimentamos al servicio de la luz. Respetan los dones de la naturaleza por lo que son:

Regalos, regalos que la luz os deja llegar a través de nosotros.

Caminen por la naturaleza con gratitud y consideración y traten la naturaleza con la misma consideración. Dios, el Creador de todos los mundos, os permite vivir en Su creación.

Pero solo sois criaturas toleradas en Su Reino, criaturas que deberían crecer y madurar en ella. Pero ustedes no son amos ni gobernantes.

El derecho a un rol de liderazgo amoroso habéis perdido ya hace mucho tiempo.

El único Señor y Rey de esta creación es Él, Parzival-Imanuel, el Hijo del Hombre, quien fue enviado por Dios, Su Padre, y quien mantiene viva esta creación.

Sin Él, hace mucho tiempo que la creación habría sido absorbida nuevamente y disuelta en el gran aliento de la creación de Dios. Pero de él surgió la creación, él forma y es el puente que nutre y anima constantemente la creación.

Nosotros, todos los seres sustanciales, absorbemos este poderoso flujo dentro de nosotros y tejimos y damos forma a esta creación incesantemente en el cumplimiento de nuestro servicio.

Pero ustedes, espíritus humanos, qué están haciendo con vuestra tierra, que es parte de esta creación? Veis cómo maltratéis y atormentáis al planeta que es vuestro hogar terrenal? A través de vuestra forma de vida, en todas sus formas y con todos sus efectos, traéis sufrimiento y destrucción a la tierra.

Y la razón de esto es únicamente vuestro propio pensamiento equivocado y retorcido, querer y actuar!

Pongan fin a este pensamiento equivocado de querer y actuar ahora y para siempre. Ya no hay vacilación ni tardar. Ahora tenéis que convertiros en nuevo o será demasiado tarde para vosotros, y ya es demasiado tarde para una parte de la humanidad!

Aprendan, cada uno de vosotros, a encajar final y definitivamente en el tejido de la creación y el tejer y actuar de la creación, ya no obstruyéndose a la oposición así ya no molestando el libre oscilar.

Solo si aprendáis a vibrar en armonía con la creación y el tejido de la luz, podremos entonces aún brindaros asistencia en el futuro. Entonces podremos mostraros los dones de la naturaleza incluso en los tiempos de cambios y agitaciones.

Ahora si siguen cerrándose a la luz, entonces no os podremos ayudar en una emergencia.

Si continuáis poniendo vuestra arrogancia y voluntad propia, vuestros deseos y ansias ante Dios, vuestro Creador, a medida que os rodéis cada vez más de espesas y pesadas envolturas de oscuridad, nada podrá acudir en tu ayuda.

Así que comprenda, que vuestra mirada de esa manera nublada ya no puede percibir los dones de la naturaleza y regalos de la Luz.

Por tanto, sigan y manténganse en el camino de la Luz, para que permanezcan como espíritus humanos conscientes en esta creación y que la ayuda de la Luz les siga siendo brindada por nosotros los seres del bosque, así como por todos los demás seres sustanciales de la naturaleza.

Isudil,

guardián del bosque.